martes, 8 de junio de 2010

MUJERES TOXICÓMANAS EMBARAZADAS


En esta entrada trataré la exposición del 11 de Mayo, en torno a mujeres toxicómanas embarazadas. antes de comenzar hay que indicar que se trata de un sector muy específico acerca del cual nunca he recibido informacón, y lo considero bastante desconocido por los compañeros en general y por mí, por lo que creo que hay que valorar esta exposición en el sentido de la limitación en el acceso a información respecto a este tema.


Dicho esto, como dijeron las compañeras, el motivo principal por el que hay que intervenir en estos casos, es porque el principal afectado es el feto; se trata de una situación en la que no se puede limitar la intervención a un nivel individual, pues hay dos afectados de forma directa. Sin embargo, es fundamental que la embarazada quiera desintoxicarse, pues de lo contrario no vale de nada intervenir, pues el feto seguirá sufriendo las terribles consecuencias de la adicción de la madre.


Nos encontramos ante una problemática que está en aumento, siendo la edad de estas mujeres cada vez menor; y que puede tener efectos variados. De esta forma, existen consecuencias tanto para la madre como para el feto, las cuales varían según el tipo de droga; así, se producen malformaciones, crecimiento tardío, poca altura, problemas de aprendizaje, etc., englobando problemas tanto a nivel físico como psicológico.


Un hecho que me parece relevante respecto a las mujeres embarazadas y toxicómanas, consiste en que suelen ser embarazos noi deseados, incluso como dijeron las compañeras, en algunos casos desconocen su estado, lo que puede tener como consecuencia el aborto. Este es uno d elos motivos por los que considero a este grupo, un grupo con una situación especialmente complicada de solucionar. Hablamos de una mujer cuya adicción ha hecho que pierda el interés por su vida; si ha perdido el interés por si misma, ¿cómo hacerle ver que tiene que mirar por otra vida?. aunque también es cierto que para alguna smujeres puede llegar a ser el momento propicio en el que decidan definitivamente dejar de consumir. Pero a esto hay que añadir, que se trata de un caso en el que la persona drogodependiente debe dejar el consumo de forma repentina, a veces sin habérselo planteado antes, pues sino puede que no sirva de nada.


Algo que me ha llamado la atención es que aunque la mujer entre en un proceso de desintoxicación, le administran metadona, lo que hace que el niño nazca igualmente con síndrome de abstinencia. además, no estoy segura si lo entendí bien, pero creo que si el niño tiene síndorme de abstinencia, los servicios sociales retiran al niño inmediatamente. Teniendo esto en cuenta y poniéndome en el lugar de la madre, no creo que me sentara bien que me quitaran mi hijo después de haber hecho el esfuerzo por dejar de consumir. De todas formas, parece ser que tras la retirada, se lleva a cabo un estudio de la situación, así que si una de las pautas de actuación según expusieron, es evitar la separación entre el niño y la madre, supongo que no se lo retirarán de forma definitiva, sino que esperarán a que acabe el procesod e desintoxicación.


Por otro lado, las compañeras expusieron la tipología de recursos a los que podían acudir estas mujeres; los planes y programas de intervención; y las fases de actuación; pero ni los recursos, ni las leyes, ni las fases, hacían referencia de forma específica al grupo de mujeres toxicómanas embarazadas, sino que iban destinados al ámbito de drogodependientes. Respecto a esto, creo que debería haber algunos servicios mínimos para este grupo tan concreto, pues personalmente considero que la situación en la que se encuentran es diferente a la de drogodependientes en general, pues hay que actuar con urgencia; hay un niño implicado; y hay una madre que tendrá que hacerse cargo de él.


Por último, hacer alusión al Educador Social el cual no está presente en la intervención en este sector, sino que son psicólogos, pedagogos o trabajadores sociales los que hacen de educador social. Personalmente, las funciones que considero que podría llevar a cabo este último en torno al colectivo de mujeres toxicómanas embarzadas, son en primer lugar, aquellas relacionadas con la prevención tanto de las drogas como de los embarazdos, llevando a cabo tareas de educación para la salud, educación sexual y hánitos saludables. y por otro lado, ya en un trato directo con estas mujeres, el Educador Social puede informar y orientarlas respecto al proceso de desintoxicación; fomentar la inserción sociolaboral, para poder hacer frente a los cuidados del niño,; y realizar un seguimiento del caso tras haber tenido al niño.


Acabo esta entrada añadiendo una serie de vídeos consecutivos centrados en el tabaquismo durante el embarazo:















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