jueves, 10 de junio de 2010

DISCAPACIDAD FÍSICA Y SENSORIAL

Esta entrada gira en torno a la discapacidad física y sensorial, exposición que tuvo lugar el 11 de Mayo, y que, a pesar de tratar un tema que no es de gran interés para mí, he sacado las siguientes conclusiones.

En primer lugar, veo conveniente aclarar la diferencia entre discapacidad, deficiencia y minusvalía. Una deficiencia es la pérdida de una estructura o función pasicológica, fisiológica o anatómica. Esta deficiencia es la que provoca una discapacidad, es decir, una ausencia de la capacidad de realizar una actividad dentro del margen que se considera normal. La minusvalía, por su parte, consiste en una situación desventajosa para un individuo determinado, consecuencia de una deficiencia o una discapacidad, que limita o impide el desempeño de un rol que es normal en su caso, en función de su edad, sexo, y otros factores sociales y culturales; hace referencia a las características personales del sujeto en relación a su contexto, lo que significa que la minusvalía es un fenómeno social. Veía necesario hacer esta aclaración antes de profundizar en la temática, pues son términos que a menudo se utilizan como sinónimos, pero como vemos, no aluden a lo mismo.


Un aspecto que me ha parecido muy interesante de la exposición, son los distintos modelos que a lo largo de la historia se han utilizado para considerar a la discapacidad. Así, nos encontramos con el modelo teológico; el modelo médico, ambos con una visión negativa de la discapacidad; y el modelo social. El modelo teológico, muy curioso y a la vez fuera de lugar, afirma que la causa de la discapacidad es ajena al individuo, concretamente, que se trata de un castigo divino, teniendo como respuesta la muerte o la marginación. El modelo médico ve el origen de la discapacidad en el interior del individuo, considerándola una enfermedad, e interviniendo de modo asistencial El modelo social, por su parte, considera que la causa se sitúa en la relación con el entorno, y ve necesaria la integración. Personalmente creo que es cierto que el individuo discapacitado tiene una serie de limitaciones individuales, pero a mi modo de ver, el problema está en el entorno, siendo este el que tiene que hacer un esfuerzo por adaptarse al discapacitado y no al revés.


Una frase que me ha gustado mucho dicha por una compañera es que "el mundo está hecho por gente que ve, que oye, etc.". Ess una forma de decir que es preciso que la sociedad se adapte a esa gente que tiene algún tipo de limitación definida como discapacidad; pues también es cierto que todos tenemos limitaciones.


En relación con lo anteriorm paso ahora a explicar las funciones que considero que el educador social puede ejercer respecto a la discapacidad. Algo que veo clave para favorecer la integración, y que el educador social puede promover, es un mayor conocimiento de la discapacidad, pues creo que en muchas ocasiones la sobreprotección o el aislamiento de este colectivo son debidos a que la sociedad no sabe cómo tratarlos; a través de este conocimiento se facilitaría la comunicación con los discapacitados, lo que es fundamental para la integración. Pero además de la integración, es importante la participación en la sociedad; en este sentido creo que la principal tarea del educador social es favorecer la inserción laboral de los discapacitados, lo que les daría mayor autonomía. Además, el educador social debe fomentar una imagen positiva de la discapacidad, en el sentido de en vez de centrarse en las limitaciones, hacerlo en as potencialidades. Por último, el educador social puede ser un gran apoyo para la familia de forma continuada, tanto informándola de recursos, como formándolas en habilidades, etc.

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