lunes, 7 de junio de 2010

INFANCIA Y ENFERMEDAD. MENORES HOSPITALIZADOS


En esta entrada voy a unir las exposiciones de los días 18 y 25 de Mayo, en torno a menores hospitalizados, y en los cuales se habló de las Aulas Hospitalarias.


El tema de los menores me interesa bastante, pero al abarcar a su vez muchos subtemas, hay algunos que desconozco, como era este caso. no me había parado a pensar en la situación de un menor hospitalizado, pero con estas exposiciones me he dado ceunta de que se trata de una hospitalización especial, pues los niños se encuentran en pleno desarrollo y formación. En la etapa de la infancia se inicia la formación de la personalidad y el desarrollo cognitivo, siendo básica la interacción social, la educación a todos los niveles y el apoyo emocional; y un menor hospitalizado también tiene estas necesidades, que hay que cubrir. Para acercarme a esta realidad he decidido apuntarme a un curso que ofrece el Instituto andaluz de la Juventus, en su plan de formación, acerca del voluntariado con menores hospitalizados, y que tendrá lugar en el Virgen del rocío, donde se ubica un aula Hospitalaria.


Afortunadamente, ya se considera a los menores como un sector de la sociedad con derechos reconocidos. sin embargo, aunque a nivel europeo esté la "Carta Europea de los derechos del niño hospitalizado", a nivel nacional no existe una normativa específica en torno a este ámbito, haciéndose referencia al tema, según las compañeras, únicamente en la LOGSE. Creo que es necesario abordar más a fondo esta temática, pues un menor que pase mucho tiempo en un hospital puede llegar a ser muy vulnerable, ya que crecerá en un entorno diferente al de los demás niños, y dudo mucho que en todos los hospitales se cubran todas las necesidades, pues además considero que en este caso es fundamental abarcarlas de un modo integral.


Ahora me centraré en las aulas hospitalarias, de las cuales desconocía su existencia. Se trata de espacios dedicados en primer lugar a la educación de los menores, evitando que se produzca un retraso y puedan seguir un ritmo normal. Pero va más allá y también se llevan a cabo actividades lúdicas y de ocio variadas, al menos en teoría. Creo que un aspecto clave de las aulas hospitalarias es la posibilidad de que el menor se relaciones con otros niños, para evitar su aislamiento dentro del hospital, y también para facilitar las relaciones sociales cuando salga de él. Por tanto, veo las aulas hospitalarias como una forma de cubrir las necesidades psicológicas, cognitivas, educativas y emocionales de los menores, que además sirve de apoyo a la familia.


Pese a esto, no estoy de acuerdo con que estén destinadas a niños de entre 3 y 16 años, y que los que tienen entre 3 y 6 años solo participen en actividades de tipo lúdico. Supongo que esto dependerá del hospital pero creo que los más pequeños se encuentran en el inicio de su desarrollo, y que los más mayores se encuentran en una etapa de cambios y de preparación a la vida adulta y profesional, por lo que considero que las necesidades también están justificadas; y además aunque no estén en edad de educación obligatoria, no tienen las mismas facilidades que si no estuvieran hospitalizados.


Por otor lado, en las dos exposiciones explicaron que el Educador Social no estaba presente en estas aulas; incluso en el caso del Virgen del Rocío, hay Trabajador social, pero no tiene contacto directo con los menores ni trabajan dentro del aula, algo que no deja de sorprenderme. Considero que en casos de menores hospitalizados donde, como dije antes, se pretende cubrir necesidades de todo tipo, se hace imprescindible la presencia de un equipo multidisciplinar, pues un profesor y un médico no están capacitados para abarcar todas las problemáticas. Prueba de ello es un caso que expusieron de una niña que tiene el Síndorme de Rett, una enfermedad rara. Nuestras compañeras nos contaron cómo la madre de la menor les contó que en el aula hospitalaria no le atendieron; cuando llegaron a ella le dijeron "bueno, a ella nada¿no?". Creo que esto pone e manifiesto la necesidad de profesionales como el Educador Social.


Atendiendo a las funciones que el Educador Social puede llevar a cabo dentro de este ámbito, creo que además de propiciar el desarrollo integral del menor, debe encargarse de relizar un estudio inicial de su situación, a partir del cual desarrollar un seguimiento individualizado. Además, creo que el Educador Social debe fomentar la comunicación y coordinación entre la familia, el hospital y el centro de procedencia; así como prestar apoyo a la familia. Son funciones que creo que ni un médico ni un profesor están tan capacitados para llevar a cabo tan bien como un Educador Social.

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