lunes, 7 de junio de 2010

INTERVENCIÓN CON DROGODEPENDIENTES

En esta entrada voy a reflexionar acerca de las exposiciones de los días 23 de Abril y 18 de Mayo, pues considero que al ser la primera muy completa y tratar el mismo sector, la segunda sirve para completarla.
el primer aspecto que creo que hay que tener en cuenta a la hora de intervenir con el grupo de drogodependientes, y que fue señalaado en las exposiciones, es la existencia de diversos perfiles dentro del mismo. Se suele atribuir el consumo de drogas a determinados sectores d epoblación, pero la realidad es que se trata de un fenómeno sin fronteras y accesible para todos. A esto hay que añadirle la multitud de drogas existentes que hacen que las adicciones sean diferentes, igual que las consecuencias derivadas de las mismas, y los distintos tratamientos. Considero imprescindible que, sobre todo los profesionales sean conscientes de toda esta diversidad; y veo necesario una atención y un seguimiento especializado que responda a las necesidades específicas de cada persona.
Además, en la primera exposición, dijeron que teóricamente cada centro estaba destinado a una cosa, pero que en la práctica no era así (qué novedad). Por tanto, parece que hay una falta en la definición de las funciones, lo que no me extrañaría que también se rflejara en los profesionales. Uniendo esto a lo explicado en el párrafo anterior, falta cierta definición y especialización de funciones y competencias, que a mi modo de ver hacen falta, pues cada drogodependiente tiene unas causas diferentes que le llevan a consumir; consume una dorga en concreto; tiene síntomas distintos, etc.
Pese a ésto, en la primera exposición nos dieron una explicación bastante completa acerca de los recursos y servicios existentes para los drogodependientes, la cual me gustaría reflejar aquí, pues la desconocía por completo y me parece que está trabajada con profundidad.
Situados dentro del Plan Andaluz sobre drogas, se encuentran los Centro de Tratamiento de Adicciones (CTA), que constituyen el primer nivel de intervención a partir del cual se deriva a otros servicios; los equivalentes a los CTA en los pueblos son los Centros Comarcales de Drogodependencias. Por otro lado están los Centro sProvinciales de Drogodependencias, que no realizan una atención directa, sino que se centran más en aspectos administrativos. Volviendo a los CTA, los servicios a los que puede derivar según el caso son: Equipos de Apoyo y Assitencia a Detenidos y Reclusos; Centros de Encuentro y Acogida, como por ejemplo antaris; Unidades de Desintoxicación Hospitalaria; Viviendas de apoyo a la Reinserción; Centros de Día, destinados a la reinserción de personas rehabilitadas; y las Comunidades Terapeúticas. Estas últimas, que abarcan el plano psicológico y social, trabajan tres pasos, los cuales me parecen que constituyen una forma global de atender el problema. En primer lugar, realizan la acogida, donde se aseguran de que el destinatario quiere cambiar su situación y si es así, comienzan a concienciarlo de la problemática; el segundo paso es la permanencia en la comunidad durante 5 o 6 meses, utilizando como recurso la ayuda mutua, una técnica que me parece eficaz pues los afectados se enriquecen con experiencias de otros que están o han estado en su misma situación; y por último, llevan a cabo un proceso de reinserción. En Sevilla, se trabaja con comunidades terapeúticas en Proyecto hombre, Asociación POVEDA y Asociación Reto. A todo esto hay que añadir la labor de las ONG´s.
En la segunda exposición se añadieron algunos recursos más centrados en la integración laboral de drogodependientes, donde destacan la Red de Artesanos, que proporciona becas de un año para aprender un oficio; los Centro de Día; los pisos de Apoyo y Reinserción; y movimientos asociativos de drogodependientes. También hablaron del Programa Arquímedes, cuyos objetivos son favorecer la contratación de drogodependientes, y facilitarles el acceso al mundo laboral; y realiza actividades como talleres prelaborales, talleres de informática, o intervención socioeducativa. Aunque la metodología empleada en esta exposición no me pareció adeucada, considero el tema de la integración sociolaboral de drogodependientes muy necesario, pues creo que si la integración en el mercado laboral es importante para todos, aún más para extoxicómanos, pues si no lo consiguen podrían volver a caer en la droga.
Bajo mi punto de vista, el Educador Social tiene importantes funciones en la atención a drogodependientes, sobre todo a dos niveles, el de prevención y el de reinserción. De este modo, considero que la labor de prevención corresponde casi exclusivamente al Educador Social, y que para ello debe promocionar la educación para la Salud; formar en hábitos saludables; y realizar una labor de concienciación y sensibilización en torno a las drogas. Por otra parte, respecto a la reinserción, creo que el Educador podría encargarse de la facilitación de recursos sobre todo laborales; de la formación profesional, y de la readquisición de habilidades sociales por parte de los drogodependientes.


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